Último verano en Roma. Gianfranco Calligarich

Último verano en Roma. Gianfranco Calligarich
4.8
(18)

Elegí este libro, entre otras cosas, por Roma. Es una ciudad que aunque hayas ido (en mi caso dos veces) siempre volvería y espero volver. A mí no me ha pasado, pero me imagino que además de todo, vivir una historia de amor allí, puede ser inolvidable. Vamos a recorrer la «Cuidad Eterna» de la mano de Leo Gazarra.

Al principio me pareció un ritmo lento, pausado, como los días de Agosto en Roma, bochornosos y con dificultades para respirar, pesado como de resaca, semejante a la personalidad de Leo. Aunque, debo reconocer, que no sentí una especial simpatía por él, poco a poco vas descubriendo sus miedos, sus miserias, sus circunstancias y te va cautivando. Su vida cambia cuando conoce a Arianna y se enamora, ella es una chica diferente, misteriosa , librando sus propias batallas. Parece que va a ser un cambio a mejor, a dejar de beber , a confiar y preocuparse por alguien. Siempre nos han vendido que enamorarse nos hace mejores personas. No siempre ocurre.

Para mí, una de las mejores cosas del libro, es recorrer Roma a pié, con Leo, tomar un café ( o algo más fuerte) en la Piazza Navona en el Bar del Signor Sandro, llena de turistas. Callejear hasta la Piazza del Popolo con sus terrazas llenas de gente, o recorrer con Arianna el paseo del margen de río Tevere hasta el Castell de Sant´Angelo o las escalinatas de Piazza Spagna para ir a la tienda de Eva. Te transporta a ese momento, además si conoces la ciudad ,será como si la recorrieses tu mismo, junto a ellos y apreciar el olor de las Lilas.

plaza navona
Plaza Navona

Las conversaciones entre los protagonistas en sus paseos, los silencios. Es un libro de encuentros y desencuentros, de idas y venidas, de contigo y sin ti. De como son las relaciones entre las personas. Es un libro que te hace reflexionar según avanzas, y que no deja de sorprenderte, ya que lo que parece evidente, nunca pasa. De aceptar tu vida y lo que esta por venir:

» No le echo la culpa a nadie, me tocaron mis cartas y las jugué. Eso es todo». Leo Gazarra.

¡Nos vemos en el siguiente destino!

¡Leed y viajad mucho, abrirá vuestro mundo y vuestra mente!

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